3.8.07

Que gran ciudad y que mal alcalde

Este tal Sánchez Monteseirín, a la sazón alcalde de Sevilla, es todo un personaje. Después de aquella joya de discurso de inauguración de una avenida llamada de la Astronomía, no deja de ofrecer perlas. Ahora van un poco más allá de una graciosa anécdota, pero son una muestra más de lo mal alcalde que es.

Leyendo esta mañana la edición digital del Diario de Sevilla descubro un par de noticias que ejemplifican que no hace falta ningún mérito especial para ser regidor de una ciudad. En primer lugar el excelentísimo se desmarca en una rueda de prensa diciendo que no está a favor del botellódromo (recinto acotado y apartado para realizar botellonas), a pesar de ser su partido (PSOE) el promotor de tal emplazamiento. ¡Pero aquí que es lo que pasa!. Botellódromo sí o no. Está claro que es un tema controvertido, evitaría molestias pero concentra a mucha gente borracha o emborrachándose en un lugar concreto. Sin embargo hay que tener una postura clara y más si eres el alcalde. No se si es un poco tonto o muy listo, pero es que este hombre da muestras una y otra vez que es muy difícil poder tener confianza en él como dirigente. Y si esto no es suficiente, ahí va la segunda perla.

Tenemos en nuestra ciudad un "maravilloso"
metrocentro (tranvía en realidad) que está funcionando sin pasajeros de momento hasta el mes de septiembre, para comprobar fallos. Este tranvía tiene gracia porque tan solo tiene un recorrido de 1400 metros desde el Prado de San Sebastián hasta la Plaza Nueva. Un trasnporte como este estaría muy bien si abarcase más reccorrido, es decir si cruzase todo el casco histórico de Sevilla. El señor alcalde dice que en un futuro será así, pero que no sabe como se podrá hacer. Parece ser que ni siquiera existe un proyecto para tal propósito, es decir, se han gastado el dinero en hacer un trocito de algo que no saben si se podrá terminar (que lo veo francamente difícil). La pregunta es para que sirve lo que hay ya hecho. La respuesta es para nada. Sin embargo como ya está hecho y lo hizo para ganar las elecciones ahora tiene que justificar tal despropósito de transporte, y como no puede hacerlo lanza el balón fuera para ganar tiempo. De hecho tiene cuatro años para pensarlo, pero acuerdense de que no lo solucionará, creo que no podremos ver el metrocentro llegando a la Campana o a la Alameda de Hércules.

En definitiva, el señor alcalde sabe bien lo que se hace, que nadie se preocupe que no pasa nada y si pasa ya sabrá bien como decirse, desdecirse y contradecirse, con todo el arte político que le alumbra.

No hay comentarios: