3.5.12

Cuatro enanas blancas "pilladas" consumiendo exoplanetas tipo Tierra


Aparecido en University of Warwick

Astrofísicos de la Universidad de Warwick han identificado cuatro enanas blancas rodeadas de polvo procedente de cuerpos planetarios dispersos que una vez tuvieron importantes similitudes en su composición con la Tierra.

Usando el Telescopio Espacial Hubble para un mayor sondeo de los datos de la composición química de la atmósfera de las enanas blancas, los investigadores encontraros que los elementos más frecuentes en el polvo alrededor de estas cuatr estrellas eran oxígeno, magnesio, hierro y silicio, los cuatro elementos que componen prácticamente el 93 por ciento de la Tierra.

De todas maneras una observación aún más significativa es que este material también contiene una extremadamente baja proporción de carbono, lo cual encaja muy bien con la Tierra y los otros planetas rocosos orbitando cesca de nuestro Sol.

Esta es la primera vez que una proporciones de carbono como estas han sido medidas en la atmósfera de enanas blancas contaminadas con restos. No solo es una clara prueba de que estas estrellas una vez tuvieron al menos un exoplaneta rocoso que han sido destruidos, sino que las observaciones también muestra la última fase de la muerte de estos mundos.

La atmósfera de una enana blanca está hecha de hidrógeno y/o helio, así que cualquier elemento pesado que llega a su atmósfera es arrastrado hacia su núcleo y desaparecen de vista en cuestión de días debido a la intensa gravedad de la enana blanca. Debido a esto, los astrónomos deben estar observando literalmente la fase final de la muerte de estos mundos mientras losmateriales caen en las estrellas a ritmos superiores a un millón de kilogramos por segundo.

La estrella PG0843+516, una de las cuatro enanas blancas, es un poco diferente a las otras debido a su relativa sobreabundancia de los elementos hierro, níquel y azufre en el polvo encontrado en su atmósfera.

El hierro y el níquel se encuentra en el núcleo de planetas terrestres, ya que penetran hacia su interior debido al tirón gravitatorio durante la formación planetaria, y lo mismo para el azufre gracias a su afinidad química con el hierro.

De esta manera, los investigadores creen que están observando a la enana blanca PG0843+516 en el preciso momento en el que está absorbiendo el material del núcleo de un planeta rocoso lo suficientemente grande como para llevar a cabo diferenciación, similar a los procesos que han separado el núcleo del manto de la Tierra.

El estudio, titulado "La diversidad química de los restos planetarios de exoplanetas alrededor de enanas blancas", por B.T. Gänsicke, D. Koester, J. Farihi, J. Girven, S.G. Parsons y E. Breedt se ha aceptado para su publicación en los avisos mensuales de la Royal Astronomical Society.

El profesor Boris Gänsicke del departamento de Física de la Universidad de Warwick, que dirigió el estudio, dijo que el proceso destructivo que causó el disco de polvo alrededor de estas distantes enanas blancas es lo que probablemente tendrá lugar en nuestro propio sistema solar.

"Lo que estamos viendo hoy en estas enanas blancas a varios cientos de años luz de distancia puede ser muy bien una fotografía del futuro distante de la Tierra".

"Cuando estrellas como nuestro sol alcanzan el final de sus vidas, se expanden hasta convertirse en gigantes rojas cuando el combustible nuclear de sus núcleos se agota. Cuando esto ocurra en nuestro sistema solar, dentro de miles de millones de años, el Sol engullirá a los planetas interiores Mercurio y Venus. No está claro si la Tierra también será absorbida por el sol en esta fase de gigante roja, pero aunque sobreviviera, su superficie estaría achicharrada. Durante la transformación del Sol en una enana blanca, perderá una gran cantidad de masa, y todos los planetas se moverán hacia el exterior. Esto puede desestabilizar las órbitas y conducir a la colisión entre cuerpos planetarios como ocurrió en los inestables primeros días de nuestro sistema solar. Esto puede incluso despedazar planetas terrestres enteros, formando grandes cantidades de asteroides, algunos de los cuales puede tener una composición química similar a la de los núcleos planetarios. En nuestro sistema solar, Júpiter sobreviviría a la evolución tardía del Sol y desviaría los asteroides, viejos y nuevos hacia la enana blanca. Es enteramente factible que en PG0843+516 veamos el acrecimiento de esos fragmentos hechos del material del núcleo de lo que una vez fue un exoplaneta terrestre".

El equipo de la Universidad de Warwick sondeo más de 80 enanas blancas dentro de unos pocos cientos de años luz, usando el Espectrógrafo Cosmic Origin a bordo del Telescopio Espacial Hubble.

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