20.1.08

Mercenarios de la educación

Resulta que a las cabezas pensantes de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía se les ha ocurrido la genial idea de que para mejorar la lastimosa situación académica de los alumnos, lo mejor es sobornar (este término lo tomo prestado de otros comentarios sobre el tema) al profesorado.
¿Cómo que sobornar?, se preguntarán algunos. Pues trataré de explicarlo.
Como todos sabremos el nivel académico de los alumnos en Andalucía es de los peores de Europa, situación que hay que mejorar urgentemente. Hasta aquí estoy deacuerdo. Las discrepancias viene a continuación.
Las razones del fracaso escolar son muchas: sociales, económicas, académicas, personales, etc., y en consecuencia las soluciones (que deben ser más de una) tienen que venir desde todos estos flancos. Claro, esto es muy complicado y llevaría mucho tiempo y sobre todo dinero. A los politiquillos de turno se les baja la tensión cuando se les habla de dinero, e inmediatamente tratan de buscar la vía de escape más barata, y barruntando, barruntando, se les ocurre que sobornar a los profesores es la mejor idea. Por qué, nos preguntaremos, pues porque en definitiva somos (soy profesor de secundaria) los que decidimos los resultados académicos de los pupilos. Esto último me gustaría aclararlo, los alumnos son los que sacan las notas de acuerdo a su trabajo y a su estudio, nosotros solo enseñamos, corregimos y evaluamos ese trabajo y estudio. Así que piensan que en realidad somos unos seres crueles que nos empeñamos en que los chavales y chavalas saque malos resultados para nuestro regocijo personal. Me gustaría dejar clarinete que los alumnos obtienen las notas que merecen por su labor. No niego por supuesto que, como en todo, existen malos profesionales, pero son los menos. Parece que a nadie le da por pensar (salvo a los profesores) que existen problemas como el sitema educativo, los contenidos de las asignaturas, las programaciones de las mismas, los niños y niñas que positivamente no quieren estudiar, las familias a las que les importan poco los estudios de sus hijos, esta sociedad consumista del todo lo quiero, ya y sin esfuerzo, etc. Son bastantes problema y claro, de aquí a 2010, que es cuando se tienen que cumplir los objetivos europeos a tal efecto, no hay tiempo para solucinarlos (ni voluntad digo yo). Conclusión: "a los niños me los váis aprobando por la cara y si no os convence mucho la idea, por eso de la ética profesional y que eso no es solución de nada y que así creamos un rebaño borregil de ciudadanos, y otras memeces vuestras, os vamos a dar 7000 eurazos pagadereos en tres años y lo hacéis como nosotros decimos". En resumen, por hacer el trabajo bien y desarrollar está vocación de profesor, a los de la pública se les va a incentivar por cumplir unos objetivos cuya consecución no depende de ellos, ya que existen otros factores ajenos a su labor. Por poner a todos aprobados (que podríamos hacerlo, y ya me gustaría a mí ver entonces si hay o no quejas porque todos los niños aprueben) y convencerlos de que sigan estudiando aunque no quieran o no les interesen y ,en definitiva, por salvarles la papeleta a los dirigentes, se les va a pagar un dinerillo, ¿quién diría que no a esto?.
Bueno, estos malvados saben que la economía doméstica no está muy boyante y por lo tanto muy tentadora es la oferta, tanto que muchos profesores la aceptarán, pero opino que en general debaríamos oponernos, por eso de la ética profesional y por preparar adecuadamente a nuestos alumnos. También pienso que deberíamos protestar conjuntamente, los de la pública y la concertada (imparto clases en un centro concertado) para que nuestra opinión como docentes se escuche y se tenga más en cuenta, ¡que somos los que directamente vemos como está el patio, leche!.
Por hacer un símil futbolístico, es más fácil echar al entrenador-profesor que a once jugadores-resto de la comunidad educativa. Pues que estén al loro los directivos-polítcos, con las pitada y pañoladas al palco.

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